Monday 22 March 2010

Técnica del café para el viaje espacio-temporal

Siempre, siempre, siempre que lo necesitaba tenía la certeza de que ocurriría: que alguien me daría las indicaciones o que yo mismo sabría echar a andar el extraño mecanismo del viaje espacio-temporal (antecedido por una súbita esfumación), pero eso no me libraba de la angustia ante el peligro, la muerte, situaciones incómodas o penosas...


Podía escoger entre usar o no usar el viaje pero siempre me ha gustado alimentar la desconexión de mi existencia con la cadena normal y aburrida de los eventos a los que todos se someten con singular fatalismo.


Con estos antecedentes y con la poderosa herramienta me divertía alejándome cada vez más de la acostumbrada y monótona secuencia de acontecimientos. Hay quien afirma que ante cada disyuntiva se genera una realidad paralela en la que se desarrolla lo que no escogimos pero esos 'quienes' no saben nada, por que en realidad lo que pasa es: NADA. ¿Por qué no me lo preguntan a mí…? yo que puedo pasearme por el tiempo con la facilidad de quien bebe una taza de café y trota unos cuantos pasos.


El personaje que posee el conocimiento de la novedosa técnica se me apareció la primera vez ante el ruego por un milagro; no logro saber quién es aunque me resulta bastante familiar. Después, aunque era angustiante la espera, sabía que aparecería. Hasta que logré dominar la técnica.


He de reconocer que en el intento de compartir el método tuve un compañero de viaje, que se quedó en compañero pues no sé cuándo ni dónde esté (espero que el también pueda reconocer que no siguió al pie de la letra mis indicaciones).


Para una buena experiencia es de vital y enriquecedora importancia que el viajante tenga sólidos conocimientos en el arte del déjà vu, es decir, se requiere que participe activamente ante este fenómeno y no contemplativamente. Pues en la medida en que se tengan más experiencias déjà vu acumuladas conscientemente y también según la cantidad de marcadores temporales colocados sutilmente (similar al hecho de usar separadores al leer un libro), será indicativo de que el sujeto es capaz de abstraerse a la realidad en un índice suficiente para no desprenderse completamente de ella.



He aquí la técnica:

  1. Preparar un buen café (bien tostado, fresco, recién molido) con la técnica 'americana' (espresso con agua).
  2. Esperar a que descienda a una temperatura en que sea bebible: soportablemente caliente.
  3. Llenar la boca con una buena cantidad de café, no tragar.
  4. Correr en línea recta 60 pasos sin respirar, los últimos 3 pasos serán críticos.
  5. Cuando se haya iniciado el paso 60 el café debe escupirse. Dosificar la emisión para que coincida con la duración del último paso.
  6. Terminado el paso 60, sin café en la boca, acostarse boca arriba en el piso.
  7. Comenzar a respirar hondo, muy hondo.

Manteniendo este patrón de respiración por unos segundos uno comenzará a sentir un desvanecimiento, que para los observadores equivaldrá a un desmayo sublimante pero para el actor será el inició del viaje espacio-temporal. Es aquí donde cobra importancia la experiencia en déjà vu puesto que el destino del viaje se escoge inconscientemente con base en los conocimientos, experiencias aprendidas y los marcadores temporales.


Al despertar y aclararse la mente uno se hallará de repente en otra situación, en otro lugar y quizá en diferente tiempo pero todo tendrá el color y sabor de haber ya estado allí o al menos le resultará familiar.



ADVERTENCIA: De las 3 alternativas posibles al intentar el viaje, dejaremos de lado la número 1 que implica que no pase absolutamente nada. La número 2 implica que el sujeto muera en el intento, considerado heróico por el Código de reglas, condecoraciones y responsabilidades del viaje espacio-temporal. Pero si sucede la alternativa 3 que implica que el viaje se realizó con éxito, el sujeto deberá estar consciente de que habrá abandonado la existencia "normal" y habrá creado un bucle en el espacio-tiempo.



Buen viaje.



(Extraído de las redes neuronales de Astor Wales durante una etapa de sueño MOR ocurrida en alguna noche de Marzo de 2010)